EL VOCABLO "ley" ha sido a menudo citado en sentido deprimente y despectivo. Considerndo la ley como un yugo inaguantable, o un cdigo arcaico y fuera de uso, el liberalismo religioso ha querido verla abolida, o por lo menos reducida en sus pre- ceptos y demandas. Ello est a tono con la naturaleza humana en discordia con el Espritu divino. Pero Jesucristo nunca la dio por obsoleta, y sus discpulos la integraron en la esencia de su enseanza. Un estudio sobrio, detenido, puede revelarnos el lado positivo y benevolente de la Ley (amada por judos y cristianos) as como su relacin armnica con la funcin de la gracia divina. Ello nos permitir ver tambin los usos errneos y los malentendidos teolgicos a que la Ley ha sido sometida, as como su verdadera misin dentro del campo de la tica cristiana, la moral prctica y la legislacin universal.
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